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CONOCE MÁS

QUERATOSIS ACTÍNICAS

 

 

1. ¿Qué son las queratosis actínicas?

La queratosis actínica es el precáncer de piel más común. Se denomina precáncer porque puede ser el primer paso de un carcinoma escamocelular. Hasta el 10% de las queratosis actínicas pueden evolucionar a un carcinoma escamocelular y el 40-60% de los carcinomas escamocelulares pueden empezar de queratosis actínicas no tratadas.

Otra forma de queratosis actínica, la quelitis actínica, suele desarrollarse en los labios y también puede degenerar a un carcinoma escamocelular.

Cuantas más queratosis actínicas tenga una persona, más probabilidades de que una o varias degeneren en cáncer de piel. De hecho, algunos médicos consideran a las queratosis actínicas como una forma precoz de un carcinoma escamocelular.

 

2. ¿Por qué se presentan?

El principal factor de riesgo para la aparición de las queratosis actínicas es la exposición solar crónica, igualmente las cámaras de bronceo emiten radiación ultravioleta que puede favorecer a futuro a la aparición de estas lesiones.

 

Las personas con mayor riesgo para desarrollar este tipo de tumores son aquellos con piel y ojos claros por el tipo de melanina que presentan, pues ésta es menos resistente al daño solar, sin embargo cualquier persona, independiente de su color de piel, puede desarrollar queratosis actínicas. 

 

Entre más tiempo te expongas al sol, mayor riesgo tendrás para desarrollar estas lesiones premalignas.

 

Como el tiempo de exposición solar se va acumulando año tras año, las personas de más de 50 años son las más propensas a desarrollar queratosis actínicas. No obstante, las personas en torno a los 20 años también se ven afectadas. Otras personas como aquellas que tienen bajas sus defensas inmunológicas por quimioterapia, SIDA o transplante de órganos también son más propensos a desarrollar queratosis actínicas.  De igual manera, aquellos que han tenido tratamientos intensos o prolongados con radioterapia.

 

3. ¿Cómo sospechar las queratosis actínicas?

Una queratosis actínica es un crecimiento escamoso o en forma de costra, que suele aparecer en áreas sin pelo ó descubiertas del cuero cabelludo, cara, orejas, labios, dorso de las manos, antebrazos, hombros o cuello así como en otras partes del cuerpo expuestas al sol.

Con frecuencia se habla de queratosis, en plural, porque no suele haber solo una, incluso muchas veces los pacientes pueden tener lesiones invisibles (subclínicas) en la superficie de la piel, lo que se conoce como campo de cancerización.

Las primeras queratosis actínicas en aparecer son tan pequeñas que suelen reconocerse más por el tacto que por la vista. La sensación es similar a pasar el dedo por un papel de lija.

Las queratosis actínicas suelen tener un tamaño en promedio de medio centímetro. Algunas luego desaparecen para volver a reaparecer más adelante. La mayoría se vuelven rojas pero algunas presentan un color café claro u oscuro, rosa, una combinación de ambos o pueden ser color piel. Ocasionalmente pican o producen una sensación de ardor o sensibilidad. También pueden inflamarse y estar rodeadas por cierto enrojecimiento. Las queratosis actínicas raramente suelen sangrar.

Es importante saber que las queratosis actínicas que se presentan en los labios, en especial en el labio inferior, se conocen como queilitis actínica.  La queilitis actínica es una condición importante ya que los carcinomas escamocelulares que se desarrollan en esta área anatómica, suelen ser más agresivos que los que se presentan en otras zonas.  La queilitis actínica suele presentarse como parches blancos y rojos con zonas de descamación fija y fisuras en los labios.

Figura 1. Queratosis actínicas en cara que se presentan como placas rojas o cafés que al tacto se palpan como papel de lija.

Figura 2. Queratosis actínicas en frente que se presentan como placas descamativas fijas.

Figura 3. Queilitis actínica que se presenta como placas descamativas en labio inferior con zonas más blanquecinas alrededor.

4. ¿Qué hacer ante una sospecha?

Si piensas que tienes queratosis actínicas, lo ideal es que consultes a un dermatólogo(a).  Él o ella te ayudará a determinar si puede tratarse de esta condición.  El diagnóstico se puede confirmar clínicamente, no siempre se requiere la realización de una biopsia de piel con el fin de confirmar el diagnóstico.

 

5. ¿Qué opciones de tratamiento existen?

Aunque no todas las queratosis actínicas se vuelven malignas, no hay forma de saber qué queratosis actínicas son precursoras de un cáncer de piel. Afortunadamente, hay disponibles muchos tratamientos eficaces. Antes de optar por uno, el dermatólogo puede, si considera necesario, realiza una biopsia para determinar si se trata de una queratosis actínica o de una lesión maligna.

Algunas opciones de tratamiento son:

  • Fármacos tópicos: (5-fluorouracilo, imiquimod, diclofenaco con ácido hialurónico, gel de ingenol mebutato)

  • Crioterapia

  • Curetaje y electrodisecación

  • Terapias combinadas

  • Peeling químico

  • Láser

  • Terapia fotodinámica (TFD).

 

6. ¿Qué más debo saber sobre las queratosis actínicas?

  • Las queratosis actínicas indican que hemos estado expuestos de forma dañina al sol, y pueden degenerar a un carcinoma escamocelular  o espinocelular.

 

  • Al tratarse de una condición que se produce por daño del sol, y siendo el daño del sol crónico, acumulativo e irreversible, es frecuente que los pacientes que presentan queratosis actínicas, presenten estas lesiones durante toda la vida.  La importancia es que en la medida que salgan las lesiones, se les de tratamiento para que no evolucionen a un cáncer de piel.

 

  • Algunas queratosis actínicas pueden desaparecer de forma espontánea.  Se ha visto que el uso regular de protector solar y el uso de medidas físicas de protección, ayudan a que esto suceda.

 

7. ¿Cómo puedo prevenir la aparición de las queratosis actínicas?

A continuación presentamos algunas normas útiles de prevención:

  • Buscar la sombra, sobre todo entre las 10 am y las 4 pm.

  • Evitar quemaduras solares.

  • Evitar broncearse y el uso de cámaras de bronceado.

  • Cubrirse con ropa, incluído sombrero de ala ancha y gafas con lentes anti-rayos UV.

  • Usar diariamente protector solar en las zonas no cubiertas con la ropa.

  • Mantener a los recién nacidos alejados del sol.  Los protectores solares solo deben aplicarse a partir de los 6 meses de vida.

  • Examinar la piel desde la cabeza hasta los pies una vez al mes.

  • Acudir al dermatólogo una vez al año, para que revise su piel.

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